Saturday, May 23, 2009

DIRECTRICES PARA LA VIDA CONSAGRADA EN MÉXICO

DIRECTRICES PARA LA VIDA CONSAGRADA EN MÉXICO

1. Mística Profética
a) Impulsar una vida consagrada más firme, clara y contundente, en su testimonio
místico, profético al servicio de la vida desde el carisma propio y la
intercongregacionalidad, manteniendo su legítima autonomía.
b) Promover una espiritualidad encarnada y comunitaria; de comunión y
participación dentro y fuera de la Iglesia; que ayude a asumir la propia
fragilidad y liberar nuestras potencialidades y nos abra con confianza al futuro.
c) Partiendo de la Centralidad en Jesucristo, viviendo en actitud de discernimiento
que nos permita descubrirnos seres fragmentados para vivir en este mundo
fragmentado.
d) Tener conciencia de nuestro ser fragmentados en esta sociedad fragmentada y
por tanto nos exige potenciar una espiritualidad centrada en Jesucristo pobre,
marginado, excluido que nos permita asumir nuestra propia fragilidad y liberar
nuestras potencialidades y la fortaleza del Espíritu y nos obra con confianza al
futuro.
e) Búsqueda constante para responder a las interpelaciones de Dios desde nuestra
realidad y relectura de nuestros propios carismas, reconociéndonos seres
fragmentados como parte de una sociedad igualmente fragmentada.
f) Profundizar nuestra experiencia de Dios, mística y contemplativa que acreciente
nuestra identidad, nos devuelva el encanto vocacional e imprima firmeza,
claridad y significación a nuestra vida consagrada.
g) Centralidad de Jesús: pasión por Cristo y por la humanidad, recuperar el sentido
de nuestra consagración , , revitalizar el testimonio, espiritualidad encarnada:
Jesús es quien puede renovar nuestra esperanza…
h) Abrir espacios para profundizar en la vida mística, como fundamento de la vida
profética, del apostolado, de nuestras opciones.
i) Motivar entre nosotras/os la alegría y esperanza cristiana, asumiendo con
dignidad y entereza la realidad de decrecimiento, con la certeza de que es Dios
que actúa y da fecundidad.
j) Desarrollar una fuerte e intensa espiritualidad (mística) que nos ayude a asumir
nuestra fragmentación y pecado personal y comunitario en una sociedad
fragmentada, que nos haga más cercanas al pueblo para llevar la esperanza del
Evangelio y se exprese en una opción por los pobres y en el desplazamiento a
lugares de frontera. (profética).
2
k) Recuperar el encanto de nuestra vida religiosa, ante la desesperanza de quienes
dicen que se está acabando, cuidando la formación inicial y permanente con un
acompañamiento más personalizado y promoviendo espacios de madurez.
l) Vivir una esperanza alegre y activa, destacando más la abundancia y aquello de
lo que estamos agradecidos.
m) Desarrollar nuestra capacidad de resistencia activa dinamizando nuestra
esperanza comprometida desde la fe.
n) Ser coherentes con lo que proponemos y pedimos y con la respuesta que
damos.
o) Revitalizar nuestra centralidad en Jesús y su Reino, alimentando nuestra
esperanza, en fidelidad a nuestros carismas fundacionales.
p) Desde la centralidad en Jesús, potenciar lo significativo de la vida consagrada en
la línea de la espiritualidad liberadora, volviendo constantemente a nuestras
fuentes.
2. Formación
a) La vida consagrada debe intensificar la formación inicial y permanente que
responda a la realidad actual, en la defensa de la vida, de los pobres y
excluidos, de los derechos humanos, del cuidado de la creación, de la mujer y lo
femenino y de la comunión participativa. Debe leer la experiencia, analizar y
profundizarla a todos los niveles humano, espiritual y teológico para que haya
coherencia en el ser y en el quehacer. Palabras y obras deben ser correlativas.
Potenciando así una presencia significativa.
b) Formación Inicial y Permanente integral, con énfasis en la unión entre vida y
misión, que responda a los desafíos de hoy, según el propio carisma.
c) Impulsar una formación que responda a la realidad y retos actuales teniendo
como prioridad la centralidad de Jesucristo y su Reino. Favorecer procesos de
formación que nos lleven al encuentro con Cristo y apasionarnos más por él, que
el Reino se vuelva criterio de discernimiento. Que la formación sea
kerigmática, integral y permanente, tanto en nuestras instituciones como con
los grupos y personas con quienes trabajamos.
d) Impulsar una Formación inicial y permanente, sistemática y en la vida, que nos
ayude a reconocernos como seres fragmentados, en una sociedad fragmentada,
para fortalecer una espiritualidad que nos permita vivir integralmente la relación
con nosotras mismas, con el mundo, con los hermanos y con Dios.
e) Formación de los laicos a partir de experiencias fuertes de fe y apertura a la
intercongregacionalidad para intentar responder a la realidad juntos desde
nuestros carismas como discípulas-misioneras.
3
f) En la formación de agentes de pastoral estar en apertura hacia los laicos para
una formación integral, en un enriquecimiento mutuo.
3. Intercongregacionalidad y comunión
a) Fomentar la comunión en la diversidad, una intercongregacionalidad de apoyo
entre los varios carismas en los varios sectores de servicio, pero no partir
solamente de las necesidades o preocupaciones internas de los Institutos sino a
partir de las angustias y esperanzas del pueblo que servimos.
b) Ser promotores de esperanza, comunión, cercanía y dialogo (con otros
religiosos, pastores, laicos y diversos actores sociales) al servicio de la vida.
c) La vida religiosa más encarnada y comunicada entre si para estar en cercanía y
amistad con los excluidos uniendo sus fuerzas para el trabajo por el Reino
d) Que se siga enfatizando el sentido de comunión dentro y fuera de nuestros
entornos.
e) Desencadenar procesos que abran nuestra mente y corazón al trabajo con redes
y a la misión compartida, caminar junt@s para ser signos eficientes en el
mundo de hoy, dentro del pueblo viviendo profundamente la mística y profecía
de nuestra consagración.
4. Opción por los pobres
a) Expresar en nuestro modo de ser, vestir, actuar, etc. el dinamismo del Espíritu y
la apertura a los nuevos escenarios y sujetos emergentes.
b) Proyecto de vida desde los excluidos como opción de Jesús y el cuidado de la
creación. El pobre como referencia y como preferencia nos ayuda a compartir
mutuamente la esperanza y la fe
c) Renovada opción por los pobres, “para que nuestros pueblos, en El, tengan Vida
y Vida en abundancia”. Intencionar que todas nuestras Obras colaboren en la
transformación de realidades que generan pobreza y exclusión.
d) Replantear nuestras presencias con los pobres, los excluidos, abrir nuevos
espacios…las nuevas generaciones son más sensibles a estas nuevas
situaciones… Tener el valor de cerrar lo que ya es caduco. Quienes se dedican a
la educación y a la salud abrirse a nuevas dimensiones: medios alternativos,
ecología, otros…
e) Abrirnos, sensibilizarnos y analizar críticamente la realidad, para responder a
la urgencias de los pobres y excluidos-as, con nuevos métodos, nuevas
presencias y lugares, junto con los-las laicos-as y otros carismas.

No comments:

Post a Comment